Si tienes una plaga de procecionarias en tu domicilio, no debes tocar las larvas u orugas procesionarias ni perturbar ningún nido. Tampoco debes pisar ninguna oruga en el suelo ya que eso desprenderá los pelos que causan problemas de salud. Así mismo, las mascotas también pueden verse afectadas y deben mantenerse alejadas de los nidos y la procesionaria.

El riesgo para la salud de la oruga procesionaria

La oruga procesionaria del roble emerge en abril de cada año y sus diminutos pelos contienen una proteína que puede causar erupciones cutáneas con picor y, con menor frecuencia, irritaciones en los ojos y la garganta, además de dificultades respiratorias en personas y animales. Los pelos pueden ser soplados por el viento y dejados en sus nidos en y bajo los robles.

Comportamiento estacional

Durante marzo y abril los nidos no deben ser abordados en ningún momento: De mayo a julio es el período de mayor riesgo cuando las orugas procesionarias son más numerosas.

Consejos de salud

Si entras en contacto con las larvas u orugas por accidente, existe un riesgo alto de que te hayan afectado.  Si tienes una erupción cutánea con picazón o conjuntivitis u otros síntomas, contacta inmediatamente con tu médico de cabecera.

Consejos para los propietarios de robles

La acción del gobierno, y el apoyo del gobierno a los propietarios afectados, depende de en cuál zona se encuentran los árboles afectados. Se puede obtener mayor información al respecto al contactar con los organismos dedicados al control de estas plagas de cada respectivo país.

Por lo general, la inspección y el control en la zona núcleo es responsabilidad de los propietarios de robles. Sin embargo, esto no implica que no se pueda solicitar el apoyo de las autoridades competentes en el caso de que confirmes que se ha presentado una infestación de procesionaria en tu propiedad.

 

De hecho, esto es lo más recomendable, dado que si una persona que no está profesionalizada en el manejo de plagas intenta manejarlas, corre un riesgo bastante alto de verse afectada por las mismas, lo que pondría en riesgo su salud.

 

Por lo tanto, lo más recomendable es realizar inspecciones periódicas de los robles que pertenezcan a tu propiedad, de forma que se pueda identificar la presencia de una plaga de orugas procesionarias del roble. Especialmente durante las estaciones anuales donde es más común la presencia de estos animales.