El abejorro es una criatura con una determinación feroz. Ya sea que lo piquen mientras hace una incursión en la miel, o que pelee con una cobra para proteger a sus bebés, el implacable abejorro tiene la reputación de terminar una tarea sin importar las consecuencias. Poco puede detenerlo. Su terquedad podría servirnos de fuente de inspiración para orar con más fe.

Aprendiendo a orar con más fe

Algunos círculos cristianos creen que si Dios quiere que tengamos algo, no debemos hacer mucho más que esperar. Si no sucede, probablemente Dios no quería que lo tuviéramos.

Esto es ciertamente falso. La oración y el ayuno sólo mueven la mano de Dios para los individuos que no se rinden. La incomprensible compasión de Dios mueve su corazón para satisfacer nuestras necesidades y deseos.

Un ejemplo de esto es Jacob en Génesis 32, quien exigió que Dios lo bendijera. Se negó a dejar de luchar con Dios hasta conseguir lo que quería. Eso es tenacidad y un ejemplo que nos puede motivar a orar con más fe. Pero no es el único ejemplo de inspiración de este estilo que podemos encontrar en La Biblia.

La determinación en la Biblia

Mateo 15 revela la historia de una mujer desesperada que le pide a Jesús que cure a su hija. Él rechazó su petición de inmediato, sin duda para ver cuán resuelta estaba.

Luego de que ésta insistiera, Jesús dice: «¡Mujer, tienes una gran fe! Tu petición es concedida.» Lo que nos sirve de ejemplo sobre cómo motivarnos a orar con más fe para cumplir nuestros objetivos.